Somos Siervas de Jesús. El fin de nuestro Instituto consiste en procurar la mayor gloria de Dios por la santificación de sus miembros. El Corazón de Santa María Josefa latía al unísono con el Corazón de Jesús. Decía a sus hijas: La Sierva de Jesús debe considerarse enfermera de Cristo, ya que El mismo dijo: “Todo lo que hicisteis con el más pequeño de mis hermanos conmigo lo hicisteis” (Mt.25, 40)
La Sierva de Jesús realiza el apostolado en las siguientes formas:
La Asistencia a domicilio nocturna y diurna:
Este apostolado fue el primero que ejercieron Santa María Josefa y las primeras Siervas de Jesús.En la Asistencia a domicilio, las Hermanas despliegan su celo apostólico con los enfermos, prestándoles atención sanitaria, atendiéndoles en sus necesidades, presentándoles la asistencia espiritual, compadeciéndose y animándoles a llevar la enfermedad, complaciéndoles en todo aquello que está a su alcance. Son también una gran ayuda y apoyo para los familiares y consuelo en la prueba. Muchos enfermos son hospitalizados, falleciendo en los centros, siendo en muchas ocasiones la Hermana su única compañía.
Centros Sanitarios:
Se procura que en los hospitales, clínicas y sanatorios la atención dada a los enfermos sea lo más humana posible, manifestándolo a través de gestos y formas, tanto al recibirlos, como durante su hospitalización.
En América y Filipinas se lleva a cabo una importante labor sanitaria mediante consultorios y policlínicos en los que se proporciona asistencia médica a numerosa población de bajos recursos, no solo en los núcleos urbanos, sino también en zonas rurales.
Se trabaja en Europa en hospitales propios y en otros, donde prestamos los servicios de enfermería y se lleva la Pastoral de la Salud. En España, en los Centros del Sanatorio Bilbaíno, en Bilbao y en el Hospital del Sagrado Corazón, en Valladolid se han realizado importantes obras de ampliación, sobre todo en este último, para prestar un servicio de mayor calidad a los enfermos.
Residencias de tercera edad y Centros de Día:
Los ancianos, a quienes falta el vigor físico fundamental para el desarrollo normal de sus actividades humanas, necesitan de la caridad para llegar al término de su vida con la paz de los hijos de Dios. Por esto, la Congregación atiende numerosas residencias de tercera edad, en Europa, América y Filipinas, la mayoría propias.
“No crean Hermanas, que la asistencia consiste sólo en dar medicinas y alimentación al enfermo; hay otra clase de asistencia que nunca deben olvidar, y es la del corazón, procurando acomodarse a la persona que sufre, saliendo al encuentro de sus necesidades” (Santa María Josefa)
La atención a los niños es también una actividad propia de nuestro carisma fundacional. Santa María Josefa fundó en Tolosa en 1892, la primera guardaría de Europa. Las Hermanas procuran ser para los niños verdaderas madres, dándoles el amor y cariño que necesitan. En Perú, también tenemos un centro para niños abandonados. En él permanecen hasta que los adoptan o por la edad pasan a otros centros.
Comedores:
Aunque para muchos resulte desconocido, la pobreza en ciudades como Madrid y Bilbao existe. Son personas sin hogar, sin apoyos familiares. Familias carentes de recursos para cubrir necesidades básicas de comida, vestido, luz …
En nuestro comedor del Bilbao se da el desayuno a un promedio de 165 personas todos los días. Y en el comedor de Vallecas “Obra Social Santa María Josefa” se dan cada día aproximadamente cerca de 400 comidas.
También los comedores infantiles cubren una necesidad básica de muchos niños y son una ayuda para que se escolaricen y no dejen las clases, como ocurre en el comedor infantil de Juan Manuel Frutos (Paraguay). Se procura involucrar a las madres para que ayuden en los comedores y se les da formación básica de salud y hogar, en Osorno (Chile).
En nuestros comedores de Bilbao y Vallecas, en España; Osorno en Chile; Loja en Ecuador, Juan Manuel Frutos en Paraguay; Surigao en Filipinas, se da de comer a más de mil personas cada día.
Fuente: Siervas de Jesús